1. Contrata a una empresa especialista en el desarrollo de sitios para WordPress con experiencia. Partir de una plantilla optimizada es una de las principales bases para conseguir velocidad y dinamismo en el sitio web.
2. Elige un buen proveedor de alojamiento web. Lo ideal es que tenga el centro de datos en España, y que no sature los servidores. Recuerda que las opciones más baratas no son la mejor elección.
3. Evita editar archivos de WordPress sin conocimientos. Del directorio raíz, o tocar alguna configuración de los plugins o temas que puedan provocar errores.
4. Optimiza la base de datos con frecuencia. Si tu sitio empieza a mostrar errores o a ralentizarse, ya va siendo hora de hacer una reparación de este elemento.
5. No confíes del todo en los plugins. Especialmente en aquellos con pocas descargas, de fuentes desconocidas o que lleven años sin actualizarse. Pueden ser el agujero perfecto para recibir ataques.
6. Ahorra código que no utilices. A priori parece un consejo bastante simple, pero existen millones de sitios web funcionando con código que no necesitan.
7. Cumple los estándares actuales. Además de ofrecer una correcta visualización en ordenadores, la web debe ser responsive y adaptarse a los diferentes dispositivos desde los que se conecte el usuario: tablets, smartphones…
8. ¿Utilizar servicios de terceros?. Sí. Pero únicamente si aportan un valor añadido. Por ejemplo: el servicio Google Analytics, widgets de las principales redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram…).
9. Optimiza las imágenes. Recuerda recortar y reducir el peso de tus imágenes antes de publicarlas. El editor de medios de WordPress ofrece herramientas al respecto.
10. Haz buenas prácticas de SEO. Personaliza las URL’s; escribe contenido original…
11. Utiliza alguno de los principales plugins de caché. Con el fin de evitar llamadas a la base de datos innecesarias.
12. Mantén todo actualizado. Tanto el CMS como los plugins y el tema. Te ahorrarás posibles problemas de seguridad futuros.